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#HealingSounds: sonidos que curan y moderan el estrés

  • Foto del escritor: Redacción ACD
    Redacción ACD
  • 23 nov 2022
  • 9 Min. de lectura

Una charla amistosa con Osiris Heyerdahl


Como el título anticipa, la siguiente entrevista es familiar, cercana y vívida, por lo mismo el entrevistador se sitúa tras el telón, no sin antes plantear las preguntas, que como dice el poeta, abren un camino y nos anticipan una gran lectura. Somos claros y honestos al decir que hoy en día ya se cuenta con la tecnología, los recursos e instrumentos necesarios¹ para medir lo que antes se conocía por mera intuición, conjetura o práctica propia. Nos referimos a poder estimar e identificar la transformación que atraviesan los seres vivos que entran en contacto con el arte, , en concreto, con su cuarta y placentera musa, coronada de flores y anunciada por flautas: la música. Así llegó a afirmar el filósofo alemán que “sin música la vida sería un error”.




En Applied Cognitive Diagnostics contamos con un equipo de especialistas, creativos, gestores y psicómetras capaces de diagnosticar factores de riesgo (FRP), así como habilidades blandas, diseñar y aplicar una sesión de musicoterapia (u otra intervención mente-cuerpo), luego realizar un seguimiento y, finalmente, devolver resultados muy precisos sobre el impacto real de esta intervención. Nuestro programa Sensoria: DesEstresarte ConCiencia surge de la necesidad de medir el impacto generado por el arte y sus intervenciones en el ser humano y su relación con el ambiente. En alianza con el Colectivo ADN y Fundación SERESARTE pudimos charlar amistosamente con unos de los más importantes sonoterapeutas de Latinoamérica: Osiris Heyerdahl. Le planteamos siete preguntas:



Pregunta 1. Jonathan González - AppCogDiag: Para alguien que desconoce del tema: ¿Qué es la musicoterapia, si tuvieras que ponerlo en pocas palabras, y cómo es que el sonido puede curarnos?


Osiris: El poder del sonido, la musicoterapia, actúa sobre el cuerpo, la mente² y el espíritu; crea frecuencias que nuestro cuerpo tiene por naturaleza y que nosotros -como terapeutas- al emitir frecuencias, con estos instrumentos antiguos³, hacemos que el cuerpo reactive una memoria de autobalance. La ciencia ya ha descubierto y confirmado que en todas las civilizaciones del mundo se elaboraron instrumentos que reproducen exactamente las mismas frecuencias que tiene la naturaleza y nuestro cuerpo cuando se encuentra en un estado armonía. De allí que cuando estamos en desequilibrio o “desafinados”, por así llamarlo, los instrumentos reafirman, reactivan, esta capacidad de autobalance.


P.2, Jonathan: ¿Quién es Osiris Heyerdahl y a qué se dedica?; ¿Cómo es que entraste en contacto con el mundo sonoro y qué tanto la música ha influido en tu vida?


Osiris: Soy un músico, investigador, sonoterapeuta; inicié con la música normal, después me abrí al descubrimiento de la música vibracional, a través de maestros, experiencias en la naturaleza, de escuchar, de sentir la vibración de mi cuerpo, en relación a la vibración del universo. El camino se fue abriendo con maestros muy especiales. Tuve la oportunidad de viajar a varios países para poder ir conociendo las formas que se usaban desde la antigüedad para curarnos y como ahora la ciencia lo reconoce y ya avala la musicoterapia como una herramienta clínica para el desarrollo en la salud integral. El sonido trabaja en mente, cuerpo, espíritu y energía. Ojo: estamos hablando de la música vibracional, que es muy diferente, totalmente es otro universo al de la música comercial que regularmente conocemos.


P.3, J: ¿Qué beneficios tiene en la vida cotidiana y, en especial, en el ámbito laboral la musicoterapia?


Osiris: Crea efectos sumamente especiales, ya que ayuda a restablecer el autobalance. De esta manera en el individuo, el trabajador, el obrero, el licenciado, es decir, cualquier persona reconecta con su estado de plenitud, el estado de equilibrio del cual la mayoría estamos fuera, porque todo el día estamos en el diálogo interior, en el pasado, el futuro, en el estrés, en la presión. La musicoterapia reactiva este estado de presencia de Ser, nos lleva a un autobalance (autorregulación) en los dos hemisferios cerebrales, provocando así un estado pleno de conciencia del cuerpo y la mente. Crea autoestima y, obviamente este autobalance, genera una mucho mejor capacidad laboral, mayor productividad y eficacia.


P.4, J: ¿En la sociedad mexicana que tanta apertura ves hacia estas nuevas técnicas para atender el estrés, ansiedad y otras enfermedades mentales?


Osiris: Yo creo que es sumamente urgente, que de hecho hay una necesidad colectiva de reconectar. Cada vez la gente se estresa más y esta cultura cada vez más nos está desconectando de las herramientas de autoconocimiento, de las herramientas propias. Entonces, las técnicas de musicoterapia también nos ayudan a reconectar con lo más simple y básico, que es la respiración y su sonido propio. El sonido de la respiración tiene frecuencias que cuando la practicamos conscientemente, reconectamos a este estado original (primigenio). Esto es así, porque el sonido, la vibración, fue el primer punto de referencia que tuvimos como seres vivos, antes de entrar en el plano de lo social, de la personalidad. Cuando utilizamos la musicoterapia ayudamos a reconectar al ser humano con ese estado, de esta forma prevenimos y apoyamos a mitigar las enfermedades emocionales, el estrés y cualquier cosa que afecte a nuestro cuerpo y mente.


P.5, J: Todo cambió exponencialmente con la pandemia: ¿Cómo crees que cambió la musicoterapia a partir del COVID-19 y cómo evolucionaste tú como sonoterapeuta?


Osiris: A través de la pandemia, curiosamente en esta crisis que a todos nos tumbó, fue donde más empecé a desarrollarme. Es muy curioso, porque en medio de no tener trabajo, no tener algo certero, cerradas todas las clínicas, el hotel, los eventos que yo tenía agendados. Empecé a contactar gente, a través de Internet, y mientras estaban encerrados en su casa, yo les transmitía música, sonido, pláticas, mis experiencias, técnicas, ejercicios de respiración. Estuve trabajando en varias empresas a distancia, dando muchas meditaciones y creé un curso digital también, para que la gente pudiera aprender todas estas técnicas de meditación. Fue increíble la manera en que, al ver esta nube oscura, sucedió algo: que el mundo no para. Y, creo que la pandemia fue un potencializador para creer en nosotros mismos, de creer e impulsar a cada quien en lo que hace y también es la oportunidad para saber que la fuerza está dentro de nosotros mismos. Las técnicas de sonido, las técnicas de meditación, a través de la vibración, es lo que ahora necesitamos urgentemente. No estoy hablando sólo de la música, sino en las técnicas de meditación, porque igual es vibración y es sonido, y desde la antigüedad estas técnicas han ayudado siempre a la reconexión con nuestro estado de autobalance y de poder personal.



P.6, J: Desde el punto de vista físico y virtual, ¿Cuáles son los límites de la musicoterapia, su alcance y su eficacia?


Osiris: Sí hay una limitación en el sentido de compartir la musicoterapia, a través de la computadora y medios virtuales, pues hay un filtro que jamás se quita. Es claro que sí hay un beneficio, porque se comparten las técnicas y la gente puede hacer los ejercicios desde su lugar y escuchar los sonidos. Sin embargo, sí hay un filtro, o sea, no hay nada como sentirlo directamente. Es efectivo, porque se comparte la capacidad de poder escuchar tu propia música interior, así como seguir las técnicas para silenciar la mente cotidiana, el diálogo interior, que ocupa del “6% al 8% de nuestra capacidad perceptual”. A través de técnicas sonoras ampliamos nuestra percepción, bajando nuestro ciclaje cerebral conscientemente y así poder entrar a una relajación profunda y no caer en el sueño cotidiano, porque el sueño cotidiano nos lleva el diálogo interior, al estrés. Resumiendo: sí, pues hay un filtro, en el sentido que no se pueden compartir los sonidos puramente, pero a la vez no, ya que se comparten técnicas para que nosotros mismos seamos capaces de escuchar nuestros propios sonidos y reconectar.



P.7, J: Desde lo personal o en el ámbito profesional, ¿tienes algún mensaje para las futuras

generaciones?


Osiris: Sí. Que no importa cual sea nuestra situación económica, nuestra ubicación geográfica, socio-económica-política, de todo, nosotros somos hijos de la naturaleza. Venimos de la vibración. Todo lo que existe en este planeta, en este universo, en este cosmos, vibra. Eso está súper comprobado: cualquier cosa tiene vibración sonora armónica. Y, hay ruido y disonancia en Todo -la totalidad de lo real como Absoluto-, que es parte de la búsqueda de la armonía, entonces la armonía subsiste por naturaleza en nuestras células, en nuestra energía, nuestro espíritu y nuestra sangre. La llave está en regresar, a través de la mágica vibración de la respiración y abrirnos a todo el potencial sonoro que existe dentro y fuera de nosotros, para así restablecer el balance y la armonía.


Notas al pie.


[1] Ejemplos de los avances son la tomografía de emisión de positrones, usados para estudiar mecanismos neuronales y cambios en flujo sanguíneo cerebral, e imagen por Resonancia Magnética Funcional (IRMf) junto con otros avances en la neurofisiología (Blood & Zatorre, 2001; Lerner et al., 2009).


[2] A través de observaciones se han determinado estructuras cerebrales como procesadores de estímulos auditivos: ritmo y métrica se procesan en los ganglios de la base en el cerebelo; la melodía en el giro temporal superior derecho; los intervalos musicales en el lóbulo temporal dorsal; el timbre en el giro y surco temporal superior, y la sintaxis musical, en los lóbulos frontales de ambos hemisferios y áreas adyacentes a las regiones del habla; demostrando que el procesamiento de la escucha musical está sujeto a una amplia red cortical y subcortical en ambos hemisferios cerebrales y en el cerebelo (Brito, 2020).


[3] Música vibroacústica: la administración de frecuencias vibratorias al cuerpo del cliente mientras se escucha música (J. M. Zain, 2017). Vibraciones pueden ser generadas por cuencos tibetanos realizados sobre el cuerpo o por dispositivos electrónicos como la camilla vibroacústica. Zain (2008), sugiere instrumentos que tengan sonoridad batiente y una frecuencia fundamental dentro del rango vibroacústico de entre 20 y 120 Hz.


[4] Se refiere a pensamientos, sentimientos y acciones autorreguladas con el fin de alcanzar metas propias (Hacker et al., 2009).


[5] El diálogo interno rumiativo que se enfoca en aspectos personales negativos, reales o imaginarios, pueden amplificar condiciones preexistentes como ansiedad, bulimia, anorexia, falta de asertividad, insomnio, ansiedad social, agorafobia, baja autoestima y depresión. También puede acompañar a estados menos graves como preocupación, culpa y vergüenza (Morin, 2012).


[6] En medicina laboral, se cuida la frecuencia del golpeteo de maquinaria, evitando que coincida con la frecuencia natural de la estructura ósea humana. El cuerpo humano sometido a vibraciones de baja frecuencia se mueve como un todo, pero a frecuencias altas existen respuestas especificas: de 4 a 12 Hz las caderas y hombros comenzaron a resonar, lo mismo pasa con el cráneo al exponerse a 20 y 30 Hz, y a entre los 60 y 90 Hz son los globos oculares los que pueden entrar en resonancia (Peralta et al., 2009).


[7] El mundo natural es el primer repertorio sonoro del ser humano: sonidos animales, cuerpos de agua, tipo de suelo, vegetación, clima, etc. Todas estas condiciones del entorno tienen un papel activo en su identidad sonora (Ruiz & Magdalena, 2015).



Bibliografía Sugerida Sensoria:


Acaso López-Bosch, M., Megías, C., & Camnitzer, L. (2020). Art thinking: Cómo el arte puede transformar la educación. Paidós Educación.


Alluri, V., Brattico, E., Toiviainen, P., Burunat, I., Bogert, B., Numminen, J., & Kliuchko, M. (2015). Musical expertise modulates functional connectivity of limbic regions during continuous music listening. Psychomusicology: Music, Mind, and Brain, 25(4), 443–454. https://doi.org/10.1037/pmu0000124


Chanda, M. L., & Levitin, D. J. (2013). The neurochemistry of music. Trends in Cognitive Sciences, 17(4), 179–193. https://doi.org/10.1016/j.tics.2013.02.007


Ferreri, L., Aucouturier, J., Muthalib, M., Bigand, E., & Bugaiska, A. (2013). Music improves verbal memory encoding while decreasing prefrontal cortex activity: An fNIRS study. Frontiers in Human Neuroscience, 7. https://doi.org/10.3389/fnhum.2013.00779


Koelsch, S. (2010). Towards a neural basis of music-evoked emotions. Trends in Cognitive Sciences, 14(3), 131–137. https://doi.org/10.1016/j.tics.2010.01.002


Stuckey, H. L., & Nobel, J. (2010). The Connection Between Art, Healing, and Public Health: A Review of Current Literature. American Journal of Public Health, 100(2), 254–263. https://doi.org/10.2105/AJPH.2008.156497



Referencias


Blood, A. J., & Zatorre, R. J. (2001). Intensely pleasurable responses to music correlate with activity in brain regions implicated in reward and emotion. Proceedings of the National Academy of Sciences, 98(20), 11818–11823. https://doi.org/10.1073/pnas.191355898


Brito, C. A. (2020). Musicoterapia en cuidados paliativos: Manejo enfermero en la sintomatología y bienestar psicológico. [Fin de grado]. Universidad de la Laguna.


Hacker, D. J., Dunlosky, J., & Graesser, A. C. (Eds.). (2009). Handbook of metacognition in education. Routledge. https://psycnet.apa.org/record/2010-06038-000


Lerner, Y., Papo, D., Zhdanov, A., Belozersky, L., & Hendler, T. (2009). Eyes Wide Shut: Amygdala Mediates Eyes-Closed Effect on Emotional Experience with Music. PLOS ONE, 4(7), e6230. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0006230


Morin, A. (2012). Inner Speech. En V. S. Ramachandran (Ed.), Encyclopedia of Human Behavior (Second Edition) (pp. 436–443). Academic Press. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-375000-6.00206-8


Peralta, J. A., Reyes, P., & Muñoz, A. G. (2009). El fenómeno de la resonancia. Latin-American Journal of Physics Education, 3(3), 18.


Ruiz, D., & Magdalena, A. L. (2015). El poder vinculante del sonido: La construcción de la identidad y la diferencia en el espacio sonoro. Alteridades, 25(50), 95–104.


Zain, J. (2008). “El uso de cuencos sonoros como recurso vibroacústico en Musicoterapia Receptiva” [Universidad de Buenos Aires]. https://www.vibroacustica.com.ar/articulos/1.pdf


Zain, J. M. (2017). Terapia vibroacústica, visualizaciones guiadas y desapego emocional: ECOS - Revista Científica de Musicoterapia y Disciplinas Afines, 2(2), 48–73.

 
 
 

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