Trastorno del sueño + trastornos psicosomáticos y el psicólogo laboral
- Redacción ACD
- 19 nov 2021
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Las alteraciones del sueño tienen consecuencias físicas, psicológicas y psicosociales.
En estos momentos por la pandemia se implementó la modalidad de home office por lo que los horarios laborales no son tan estrictos en el sentido de que uno ya no se va de la oficina y llega a casa terminando la jornada laboral; si no que al estar en casa la carga de trabajo puede ser mayor o menor, pero no termina del todo ya que está la constante atención de terminar pendientes o realizar tareas, causando que la mente no se despejé ni ponga ese alto entre el trabajo y descanso, lo que da lugar a alteraciones del sueño y trastornos psicosomáticos.
Estas alteraciones del sueño tienen diferentes consecuencias físicas, psicológicas y psicosociales. Como lo son trastornos del sueño, los cuales se manifiestan en las personas de manera persistente sobre todo en sociedades muy industrializadas (BuelaCasal & Naverro, 1990; Subramanian, Rose, & Surani, 2007).
El DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) define los trastornos del sueño como aquellas alteraciones en el ciclo del sueño-vigilia en medida de su cantidad, calidad y horario, los cuales se van afectando por diferentes circunstancias.
Una persona debe tener un sueño adecuado ya que es un proceso fisiológico restaurador, que fortalece el sistema inmunológico, facilita la consolidación de la memoria de corto a largo plazo y disminuye los niveles de estrés generalizado. Por estos motivos el sueño es un factor que contribuye al bienestar de las personas en todos sus ámbitos en el cual se desarrolla.
Los trastornos psicosomáticos (raíz etimológica griega “psyche” = mente y “soma” = cuerpo), también llamados “somatomorfos, son aquellos trastornos psicológicos en el cual la persona presenta bastantes síntomas clínicos, pero que no pueden ser explicados por la existencia de una enfermedad orgánica. Es decir, el cuerpo expone lo que siente y piensa en dolencias físicas.
Uribe (2010) distingue siete factores psicosomáticos vinculados directamente con el estrés: trastornos del sueño, dolor, ansiedad, trastornos neuróticos, trastornos gástricos, trastornos psicosexuales y depresión.
En estos tiempos las organizaciones demandan una persistente actitud de compromiso por las reestructuraciones de sus puestos, cierres de áreas o sucursales, a nivel de llegar a una liquidación o quiebra por falta de economía por lo tanto, este tipo de presiones son generadores de estrés y empiezan a presentarse problemas psicosomáticos que operan en este tipo de ambientes; temor, ansiedad, paranoia y angustia, dando como resultado que los trabajadores se encuentren en situaciones de salud precaria o estas se intensifiquen: tensión muscular, presión alta o baja, úlceras gástricas, dolores de cabeza y diabetes (karasek y Theorell, 1990; Mausner y Eaton, 2000).
¿Crees que es necesario un psicólogo en el ámbito laboral para velar por tu salud mental y física?
Con la llegada NOM-035-STPS-2018 los psicólogos tienen las herramientas para evaluar las condiciones laborales y con esto, permitirse apoyar a los trabajadores a desarrollar habilidades para mantener su bienestar físico y emocional; como lo es vigilar la carga de trabajo y que esta si sea propia del puesto, que los horarios laborales se cumplan con lo demandado en su contrato aún en home office, capacitar a los líderes a guiar y motivar a su equipo y ser el mediador en resolución de conflictos en el área laboral.
Con esta visión más clínica se puede apoyar a cualquier colaborador que padezca alguna enfermedad psicosomática que pueda afectar su rendimiento, valorando su salud mental y canalizarlo con alguna institución, o experto, el cual pueda proporcionarle una atención personalizada para recuperar su bienestar.
Referencias.
Buela-Casal, G., & Naverro, J. (1990). Avances en la investigación del sueño y sus trastornos. Madrid: Siglo XXI de España.
AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (APA). (2000). DSM-IV-TR. Barcelona: Masson
Karasek, R., Theorell, T. (1990) Health work: stress, productivity, and the
reconstruction of working life. New York: Basic Books.
Mausner, H., Eaton. W. (2000) Psychosocial work environment and depression: Epidemiologic assessment of the demand-control model. American Journal of Public Health.
Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/647/64747729024.pdf
Subramanian, S., Rose, M., & Surani, S. (2007). Depression in sleep related breathing disorder. Current Respiratory Medicine Reviews, 3, 281-285.
Uribe, J. (2010). EDO: Escala de Desgaste Ocupacional (Burnout). México: El Manual Moderno, S.A.
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