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Registro del estrés: una herramienta para la identificación

  • Foto del escritor: Redacción ACD
    Redacción ACD
  • 1 may 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 25 sept 2020

La naturaleza actual del trabajo requiere incrementar la rapidez, la cantidad y la calidad de este, lo que usualmente puede resultar en estrés. El estrés laboral suele aparecer por una diferencia entre las necesidades organizacionales y las necesidades y/o recursos personales, por ejemplo: por un lado, los empleados necesitan irse a una hora justa, por otro lado, deben cumplir con los requerimientos del empleador, o bien, muchas veces la carga cognitiva que requiere una persona para llevar a cabo una tarea, excede sus capacidades y recursos personales, lo que puede generar estrés por no poder completar la tarea de la forma correcta.


¿Qué hacer cuando me siento estresad@?


Existen dos aproximaciones referentes a las situaciones que propician el estrés: cuando podemos de cierta forma controlar los factores que detonan el estrés, y cuando son factores que escapan de ese control.


Sin embargo, es muy importante resaltar que, si el estrés no se reconoce, ni se identifican las fuentes, o, si no se actúa sobre él, puede afectar nuestra productividad y, peor aún, nuestra salud. Aquí es donde se puede recurrir a una herramienta muy valiosa: el registro del estrés. Mantener un “diario” de estrés puede ser útil. Pasar por el proceso de registrar los momentos cruciales te permite identificar algunos factores asociados al estrés a corto plazo en tu vida. A menudo, estas tensiones entran y salen de nuestras cabezas, sin obtener la atención y el enfoque que merecen.


Un registro de estrés también puede darte una idea más clara y de primera fuente, acerca de cómo reaccionas ante el estrés y ayudarte a identificar los niveles de presión en los que trabajas mejor. (¡Después de todo, un poco de presión puede ser algo útil!).


La idea es que anotes regularmente información sobre el estrés que estás experimentando, para poder analizarlo y luego tomar decisiones respecto a como manejarlo. Además de lo anterior, el llevar un registro, te ayudará a obtener información valiosa acerca de:


Los factores asociados al estrés con más detalle.

Los niveles de presión bajo los cuales trabajas con mayor eficiencia.

Cómo puedes mejorar la forma en que manejas el estrés.


¿Cómo registro mi estrés?


Haz anotaciones regulares en tu “diario” a lo largo del día (por ejemplo, cada hora) o después de cualquier incidente estresante.


En una hoja de papel o en el formato digital que más te acomode, distribuye 9 columnas y en cada una escribe lo siguiente (o bien, descarga nuestra plantilla):


  1. La fecha y hora.

  2. El evento estresante más reciente que experimentaste.

  3. Cuan feliz te sientes ahora, usando una evaluación subjetiva de una escala del 0 (lo menos feliz) a 10 (lo más feliz).

  4. Escribe el estado de ánimo en el que te encuentras en ese momento.

  5. Con qué eficiencia estás trabajando ahora (una evaluación subjetiva, en una escala de 0 a 10). Un cero aquí mostraría una total ineficiencia, mientras que un 10 mostraría la mayor eficiencia lograda.

  6. La causa fundamental del estrés (se lo más honesto y objetivo posible).

  7. Qué tan estresado te sientes en ese momento usando una evaluación subjetiva de una escala del 0 (nada estresado) a 10 (totalmente estresado).

  8. Los síntomas físicos que experimentas durante el evento estresante (por ejemplo, ira, dolor de cabeza, pulso elevado, palmas sudorosas, etc.).

  9. ¿Qué tan bien consideras que manejaste el evento? ¿Tu reacción ayudó a resolver el problema o empeoró las cosas?


Analizando el registro


Una vez que hayas mantenido un registro diario de estrés durante 1 mes, puedes analizarlo y tomar ciertas medidas:


  • Primero, observa las diferentes situaciones estresantes que experimentaste durante el tiempo que llevaste el registro. Destaca las más frecuentes (patrones detonantes) y las más desagradables.

  • Mira tus evaluaciones de las causas subyacentes del estrés y la evaluación de qué tan bien manejaste los eventos estresantes. ¿Se destacan problemas que deben corregirse? Si es así, enumera estos problemas.

  • Luego, observa en tu registro las situaciones que te causan estrés. Enumera las formas en que puedes cambiar estas situaciones para bien, o reformularlas positivamente.

  • Finalmente, mira cómo te sentiste cuando estabas bajo presión y explora si y cómo afectó tu felicidad y tu efectividad. ¿Existe algún nivel medio de presión en el que te sientes más feliz y te desempeñas mejor?

  • Cuando hayas analizado tu registro, deberías tener una mejor comprensión de cuáles son las fuentes de estrés más frecuentes en tu vida, y en que niveles de presión te desempeñas adecuadamente, sin poner en riesgo tu salud física y/o mental.


Una vez que consideres estar listo para actuar sobre el manejo del estrés, ya que es probable que el mayor beneficio del registro de estrés sea en los primeros 3 meses de uso, comienza observando a las personas a tu alrededor y los eventos que te causan más estrés:


  • Si una persona, o un grupo de personas te está causando estrés, puedes trabajar en tu asertividad, en tu resiliencia y/o en tu relajación frente a relaciones laborales.

  • ¿Algo de su estrés proviene de la desorganización o de la dificultad para la gestión del tiempo? Si es así, trabaja de la mano con especialistas en el tema que te ayuden a generar un cambio importante.

  • Recuerda llevar una buena alimentación y realizar actividades de relajación (ejercicio, mindfulness, actividades recreativas, etc.) de la mano de los expertos.


Recuerda que toda acción depende de los patrones detonantes que identifiques, es por eso que uno de nuestros lemas en Applied Cognitive Diagnostics es tomar decisiones basadas en evidencia. Ningún esfuerzo surtirá resultados si se actúa a ciegas, debes tener certeza del ¿qué? ¿por qué? y ¿cómo? para elegir lo que mejor te convenga.

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